Cinco por ciento.


45 años de edad, 1.93 m. de estatura, 87 kg de peso, 5 triatlones, alrededor de 10,000 coches vendidos, 20 días en coma y 102 días en terapia intensiva. Esos fueron algunos de los números de Carlos Morales Calderón en el 2015.

Habría que sumar las millas que acumuló en los incontables viajes a las 18 agencias automotrices que dirigía por toda la república, así como a ferias automotrices en otros países. Su vida marchaba sobre ruedas, hasta que una parada forzosa en pits por la vesícula acabó por diversas complicaciones en septicemia. Una piedra se le fue al páncreas, le practicaron una laparoscopía para extraérsela y sin darse cuenta le rasgaron el intestino grueso. A los pocos días tenía una infección generalizada de su organismo.

Cuando el caso pasó a manos del Dr. Manuel Muñoz, amigo de Carlos del Sport City, y se percató de la gravedad, urgió a operarlo para sacar y lavar todos los órganos infectados, lo cual implicaba inducirlo a un estado de coma del cual no sabían cuándo ni cómo saldría.

—Dame probabilidades —le pidió Carlos.
—Cinco por ciento, Charlie.
—¿Cinco por ciento de que algo salga mal?
—Cinco por ciento de que vivas.

Charlie tomó aire y, mientras, Manuel trató de recomponer el rostro. Entonces le pidió un par de horas para poder hacer llamadas: a Carlos Mercado su notario, a su secretaria, a su hermano para que le ayudara a mover dinero. Estaba marcándole a sus hijos pero colgó y le pidió a su esposa contener la noticia. Siempre ha sido un padre protector.

—¿No pensaste en despedirte de ellos? —le pregunté en la entrevista.
—Sí, pero volví a respirar profundo y pensé que morirme no era una opción. No sé cómo, pero por ellos decidí aferrarme a mi cinco por ciento.

Meses después regresó a la oficina con 55 kg., con andadera, deudas (el seguro no cubrió el total de la cuenta) y mentalmente disminuido. Sus jefes lo miraron como a un muerto y lo despidieron.

En la angustia y entre sus borrosos recuerdos surgió el nombre de Francisco Medina, propietario de otro grupo automotriz, quien casi sin conocerlo y luego de escuchar su historia lo ayudó a revivir: “Mira, Carlos, la vida me ha enseñado que a veces tienes el puesto y no tienes a la persona, y a veces tienes a la persona y no el puesto. He aprendido que no hay que dejar pasar las oportunidades, y menos a las buenas personas, ¿cuánto tiempo necesitas para recuperarte?”.

Charlie nadando (triatlón de Miami)
Charlie nadando (triatlón de Miami)

Un año más tarde, Charlie cruzó la meta del triatlón de Miami lleno de los aplausos de su gente, quienes todavía en el hospital prometieron acompañarlo si se recuperaba y osaba intentarlo. Todas las medallas de las competencias en las que ha participado a partir de ahí, se las regala a Manuel, su doctor y amigo.

Carlos en bici (triatlón de Miami)
Carlos en bici (triatlón de Miami)

Si algo le dejó esta crisis a Carlos fue amor por la vida y la convicción palpable de que lo principal es la familia. “El trabajo es muy importante, pero tampoco demasiado”. Él sabe bien que se quedó para algo, quizás para nada muy especifico, tal vez simplemente para influenciar positivamente a una que otra persona y para abrazar más seguido a su mujer, a sus amigos y a esos hijos que ama y de los nunca quisiera despedirse.

La gente de Charlie

Desconozco los números actuales de Charlie, pero estoy seguro de que hoy es el vendedor de coches más grande del mundo.

Estoy en FacebookIG y Twitter como @FJKoloffon.

Columna publicada en el periódico El Universal.

Charlie (Cinco por ciento)
Charlie (Cinco por ciento)

comentarios

6 Replies to “Cinco por ciento.”

  1. Eso es tenacidad y perseverancia para no llamarlo de otra manera pero este señor es testarudo de verdad verdad e a través de eso fue que logró vencer los obstáculos del 95% la terquedad a veces es una virtud y el la tuvo gracias a Dios.

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