«Las órdenes las doy yo, no ustedes», increpaba por teléfono la mujer, de unos setenta y tantos años y semblante de pocos amigos, a no…
ANOTACIONES DE UN ASTRONAUTA TERRESTRE
«Las órdenes las doy yo, no ustedes», increpaba por teléfono la mujer, de unos setenta y tantos años y semblante de pocos amigos, a no…