Desde las alturas la Tierra se observa como una enorme esfera repleta de focos diminutos. Las concentraciones de individuos que unen plegarias por una causa común, son los conductores de energía que prenden cada bombilla, iluminando el planeta en el punto exacto del susurro colectivo, que basta con dos personas para considerarse así, colectivo. La luz de una casa se extiende a las vecinas y la de una ciudad se propaga a las contiguas, formando una larguísima cadena de luces que terminan por activar íntegro el circuito eléctrico del planeta, generando consciencia colectiva a chorros. Eso es tecnología y de la fe de los hombres depende su funcionamiento y buen uso.
(Texto extraído de “El trompetista”)
Luz humana was originally published on FJ KOLOFFON