Cuando escribo la historia de alguna persona en La Novelería y me dice con total certeza y con un brillo radiante en los ojos que tuvo una infancia feliz, me inspira profundamente a tratar de darle lo mismo a mis hijos. Es en esos instantes de contacto donde mejor comprendo que lo más importante del mundo, y tal vez lo único que vale las penas, las dificultades y las complicaciones de la existencia, es la familia.
Me motiva desde lo hondo conocer personajes que, bien en una cancha de fútbol, frente a las cámaras de televisión, arriba de un escenario, en una simple oficina, en las distintas calles del mundo donde corren maratones o, incluso, en el lecho de muerte, entregan el alma y luchan con el espíritu contra todo y contra todos para ser ellos mismos.
Si algo he aprendido de este maravilloso oficio de escribir sobre la vida de la gente es que todas las historias, de una u otra manera, se tratan de una búsqueda, de escudriñar y explorar en los recuerdos, en las memorias, en las anécdotas, en los sueños, en los fracasos, en las fantasías, en los miedos, en las ilusiones, en la gloria, en las emociones y los sentimientos, para encontrarse a uno mismo.
Nos gusta que toquen a esta puerta quienes intentan y tienen la intención de hallarse, para, quizás luego, darse a conocer a los demás.
Gracias a todos los que han depositado su vida, sus deseos y su lista de pendientes por hacer en mis oídos y mis manos. Es un honor escribir su historia juntos.
El mejor trabajo del mundo. was originally published on FJ KOLOFFON